
Déjame que te cuente una conversación que hace tiempo tuve en el chat de LinkedIn después de agradecer a una persona que me aceptara en su red de contactos profesionales. La persona, después de contestar a mi agradecimiento, se despidió escribiendo lo siguiente: “¡A por ello!”. No supe muy bien a qué se refería y le contesté: “¿A por ello?”. A lo que me respondió: “Es una expresión muy mía. A ver si podemos colaborar”. Yo entendí que la expresión hacía referencia a la posibilidad de establecer una colaboración entre nosotros y que teníamos que ir a por ello. Entonces escribí todo entusiasmado: “¿En qué podemos colaborar?”. Esta conversación fue en el año 2019, todavía estoy esperando una respuesta.
Que vaya por delante que estoy muy a favor de todo aquello que a una persona le sirva para motivarse, activarse y llenarse de energía cada día (excepto las drogas). Pero no acabo de entender la intención por la que algunas personas añaden a sus comentarios y a sus emails ciertas palabras o mantras motivacionales. Últimamente me he encontrado varias personas que utilizan una única palabra: “Seguimos”. Y la verdad es que no entiendo muy bien qué es lo que quieren decir realmente.
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