
Acabo de finalizar un curso sobre toma de decisiones que he impartido a una empresa (mediante webinars y material digital) y de nuevo he insistido en que la mayor dificultad actual para tomar decisiones es la incertidumbre. El ser humano no es muy bueno razonando (aunque tiene la capacidad de hacerlo) y tomar decisiones con incertidumbre se le da francamente mal, sobre todo porque comete multitud de sesgos que provocan que nos decantemos por la opción que queremos y no por la más lógica. Veámoslo.
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